
Releyendo a Lukacs en su Historia y conciencia de clase, nos encontramos con un análisis de lo que significó la constitución del derecho burgués y de lo que supone hoy día: “Pero la coherencia de esas leyes es puramente formal: lo que ellas dicen, es “el contenido de los institutos jurídicos, no es nunca de naturaleza jurídica, sino siempre de naturaleza política y económica”. Con ello, la lucha contra el derecho natural, primitivamente cínica y escéptica, tal como había empezado el kantiano Hugo a finales del siglo XVIII, toma su forma “científica”” (pg., 182). Queda claro que la filosofía política marxista huye de ciertos esquemas “idealistas” y no considera nada eterno, sino que todo depende de la lucha de clases y esto se expresa en la “correlación de fuerzas” en el ámbito legislativo, que es donde se discuten las leyes. Y esto lo vemos claro en lo ocurrido con el “problema nacional” en el Reino de España y particularmente lo que sucedió entre 1975/1982; sin olvidar que estos años fueron los años de “plomo” donde la violencia fascista campó a sus anchas (ver la Tesis Doctoral de Borja Ribera Casado, La Violencia Política en la Transición Valenciana (1975-1982)) El derecho se ve en la lucha por el Estatuto del País Valencia y en la misma redacción de la Carta Magna del Reino de España.
Es verdad que la "cuestión nacional adquirió con la Transición una gran importancia a lo largo del País Valenciano, en toda la izquierda y, particularmente, en lo que conocemos como el “la izquierda extraparlamentaria”. Aunque tampoco podemos olvidar el papel de la izquierda clásica y, sobre todo, a lo ocurrido en dicha época en el socialismo valenciano. Como tampoco podemos olvidar el papel de la derecha y la aparición del “blaverismo”.
Pero vayamos en primer lugar a la redacción de nuestra Carta Magna y lo que significa el Título VIII de la misma. Jaime Pastor (al que sigo) lo explica. En primer lugar, el cambio que se produce en el PSOE, que en principio defendía “el reconocimiento del derecho de la autodeterminación de todas las nacionalidades ibéricas”, para terminar por entender “el derecho a la autodeterminación” en su XXVII Congreso de una manera restringida para concluir en la defensa del Estado de las Autonomías. Ahora bien, durante 1977 y sobre todo durante 1978 (en abril se constituye el Consell del País Valenciano, órgano del Gobierno preautonómico, presidido por el socialista Josep L. Albiñana, siendo en aquel momento SG del PSOE Joan Pastor). Ambos lucharon por la vía del 151 para conseguir el Estatuto. Hay que tener en cuenta que en julio de 1979 se produce el Congreso Extraordinario del PSPV-PSOE, donde es elegido secretario general Joan Lerma. Por otra parte, no podemos olvidar el contexto, son los años de “plomo” (que acabarían con el 23F), pero que en el País Valenciano comenzó en 1977 con el asesinato en Alicante de Miguel Blanco por individuos fascistas y que llegarían hasta la “violencia generalizada” en 1979, en el que los blaveros agredirían al Presidente del Consell D. Josep L. Albiñana y al Presidente de la Diputación Valencia D. Manuel Girona; lo que conllevaría la dimisión del Presidente, y a que el PSPV abandonara el Consell autonómico.
¿Pero cuál fue el papel de la derecha estatal? ¿Por qué nunca aceptó vía del consenso y buscó la confrontación? Quizás se deba a los 40 años de franquismo y a todo el proyecto ideológico que se fraguó al largo de aquellos años. Lo que se construyó a nivel de País Valenciano fue una burguesía sumisa. Además, la derecha estatal que aparece es la derecha “reformista” salida del régimen y representada por la UCD, En aquella época AP brillaba por su ausencia.
Lo que había en el País Valencia era un “regionalismo bien entendido” representado por las aspiraciones autonomistas de Attard. Ahora bien, como dice Alfons Cucó: “Tanmateix, un any després, el “regionalista bien entendido“ (Attard) i el nacionalista (Burguera) encapçalaven, com a número u i número dos, respectivament, la llista que la UCD presentava al Congrés de Diputats per la circumscripció de València, i se sumaven a la gran operació política afavorida pel president del Govern Adolfo Suárez”.
Por consiguiente, la UCD es la parte de la burguesía que se implanta, a partir de 1977, en todo el Estado, también en el País Valenciano y sería la que intentaba construir la vía autonómica, quizás por necesidad, ante el auge de una izquierda que comenzaba a llevar a cabo la síntesis con el nacionalismo. Al fin y al cabo, la izquierda (particularmente las organizaciones como LCR, MC, PTE, ORT y el nacionalismo de izquierda como el PSAN) caminaban hacia un tipo de “federalismo”. No podemos olvidar que ya en estos años en Denia se llegó a firmar un pacto entre la LCR y el PSAN que iría extendiendose hasta determinadas candidaturas, como la que se firmó en Castelló en 1979 para constituir Esquerra Independent de Castelló (EIC) que en las municipales de 1979 sacaría 2 Concejales en el Ayuntamiento de Castellón.
En ese mismo año (1979) se produce un cambio en la UCD con la llegada a Valencia de Abril Martorell. Según A. Cucó se produce un giro de 180º precisamente por la estrategia que impulsó aquel a nivel del País Valenciano, ya que comienza a defender la españolidad de la región valenciana, sentando las bases del anticatalanismo (que a la postre es la ideología que predomina en la derecha y la ultraderecha valencia. El objetivo de Abril Martorell consistía en crear una “base regional” completamente sólida y, por tanto, dar una cobertura ideológica nueva al “nacionalismo español” en el Reino de Valencia. Por tanto, “el desembarcament d’Abril Martorell a València , com a plenipotenciari de la Moncloa, va implicar a curt termini —amb les matisacions que de seguida es faran— no solament l’assumpció, sinó també la direcció organitzativa, de la darrera versió de l’anticatalanisme” (Alfons Cucó).
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