“No hay que moverse hacia el centro ya que el centro se ha movido hacia nosotros” [Viktor Orbán, Primer Ministro de Hungría]
Una nueva ola (que no un fantasma) recorre no solo Europa sino también este mundo globalizado. Y la derecha, junto a la extrema derecha, solo tiene una solución, que por cierto nos puede arrastrar a la barbarie de lo que significó la 2ª Guerra Mundial. Es el “proteccionismo” y su homónimo, que no es otra cosa que el aislacionismo. Pero por el camino se buscaba un chivo expiatorio al que culpabilizar y al mismo tiempo criminalizar: el migrante. Con lo que se forma un muro que divide a la clase obrera. “Nada nuevo bajo el sol”; es la viejísima ideología de Malthus y la aplicación de nuevo del darwinismo social, que hoy día se concreta en engordar la “población sobrante” o “población desechable”.
Ya en su época Marx/Engels arremetieron contra la teoría de Malthu, frente a la que demostraron que el capitalismo para que pueda funcionar necesita de la existencia de un Ejército de Reserva que permite al capitalismo subsistir, ya que utiliza dicho ejército de reserva para dividir y/o chantajear a la Clase Obrera. Uno de los pensadores que mejor expresa esta concepción es Paul M. Sweezy en su obra clásica (Teoría del desarrollo capitalista. Editorial Hacer). Allí Sweezy describe que se produce una dialéctica entre la maquinaria y el desempleo, y todo lo que conlleva dicha situación como un ataque al proletariado y la reestructuración del Ejército de Reserva que presiona sobre los asalariados.
Hoy estamos en el siglo XXI y aunque la teoría sobre el Ejército de Reserva es necesaria para entender como funciona el capitalismo, habría que ver como en este primer tercio de siglo la tendencia de pauperización se ha agravado, pienso que debido a dos contradicciones inherentes al desarrollo capitalista: a) la continua innovación tecnológica que conlleva implícitamente la desestructuración del proletariado clásico. Es verdad que para que sucediera esta se ha tenido que debilitar las conquistas sociales (que se produjeron durante los 30 años posteriores a la Segunda Guerra Mundial) y al mismo tiempo socavar/debilitar el Estado de Bienestar; y b) El capitalismo no se puede entender (también hoy) sin el desarrollo de una guerra permanente no solo contra el proletariado sino también en contra de la naturaleza misma. Lo que para Rosa Luxemburgo era una característica . Pero al del imperialismo (el militarismo) se ha convertido hoy en la “esencia del capitalismo tardío o caníbal” (por utilizar la terminología de Nancy Fraser).
En este primer tercio de siglo ha aparecido una derecha radial (extrema que uno de sus ejes ideológicos se cimienta en el odio al otro, que se concreta en ver en el extranjero un enemigo. Pero al mismo tiempo esta derecha radical (cuyo programa económico se acerca al anarcocapitalismo) intenta también acercarse a su clase obrera nativa frente a la inmigrante y en esto basa su populismo de derechas. Ahora bien, este acercamiento parte de la aceptación de unos valores (cristianos) que se defiende a ultranza frente al peligro de invasión musulmana.
Detrás de todo está el aprovecharse de una total mercantilización del trabajo. Es más, defienden que el trabajo debería de estar fuera del debate público, y la ideología anarcocapitalista les permite realizar un discurso muy cercano a aquel que defendía que las clases sociales no existe. Un anarcocapitalismo que le ha llevado a nuestra derecha radical a ser uno de los baluartes de la nueva Internacional Reaccionaria.
Una derecha radical que en su programa defiende un “derecho neoliberal al trabajo” que se basa en la defensa de los valores tradicionales cristianos y que le permiten ser líderes de una Alianza Patriótica. VOX lleva en su programa el germen de la división de la clase obrera:
Proteger y defender a los trabajadores españoles. Pero por supuesto apartándoles de los sindicatos de clases a los cuales consideran corruptos y unos chiringuitos que viven de subvenciones.
Prioridad de los trabajadores ya residentes en España, lo que es un ataque a la inmigración.
Facilitar la repatriación de los inmigrantes. Aquí hay que decir que la derecha radical europea se ha apropiado de un concepto como es la Remigración (que lleva en su programa el partido neonazi de Alternativa por Alemania (AfD)). Término que significa la “vuelta voluntaria de los emigrantes” en particular los trabajadores estacionarios. Sin embargo, la derecha radical le da un giro de 180º, ya que el contenido que le da es el de “deportación forzosa” de todos los emigrantes (el ejemplo más claro es el llevado por Trump).
VOX junto a la nueva internacional reaccionaria intenta cambiar el mundo, pero no nos engañemos lo que pretende es girar hacia la barbarie capitalista. Hoy la batalla pasa por la inmigración y por la agenda antifeminista. Batallas por los DD. HH. La inmigración en la agenda reaccionaria es un “caballo de Troya” que la derecha radical intenta imponer y que, por desgracia, lleva camino de conseguirlo lo que conculcaría la democracia y los derechos que tanto han costado. Pero sobre la batalla de la migración volveremos más pronto que tarde.
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